martes, 22 de febrero de 2011

La Orden de la uña afilada

Siempre he querido saber la razón por la cual algunos caballeros se dejan crecer la uña del meñique. Confieso que me parece asqueroso y al mismo tiempo misterioso porque cada vez que pregunto nunca obtengo una respuesta satisfactoria, sólo evasivas disfrazadas de chistes escatológicos que no repetiré, me niego a ello.

A veces creo que ese hábito obedece a querer seguir algún patrón machista relacionado con la potencia sexual. En otras ocasiones he llegado a creer también que tiene que ver con algún deseo oculto de exteriorizar el lado femenino; una suerte de actitud rebelde contra la sociedad, no sé, se lo dejo a los psicólogos. Pero lo que sí sé es que de alguna forma este grupo de caballeros podría ser útil a la sociedad, por ejemplo, si se les capacita como guardianes de las puertas de los vagones del Metro. Sería económico, ecológico y original. En este caso el Estado sólo tendría que invertir en limas y esmalte endurecedor de uñas, unas cuantas horas de instrucción y listo, tendríamos un ejército que se encargaría de clavarle la uñita a los que aún no han entendido que no deben atravesarse en las puertas de los vagones.

Mientras sigo en la búsqueda de la foto perfecta, les dejo a Freddy Krueger, quien me produce menos repulsión que un hombre con la uña del meñique larga. La imagen la tomé de http://www.dentrocine.com/2009/04/27/freddy-krueger-ya-tiene-nuevo-rostro/

Nota: antes declaré que dejaría al Sr. Krueger mientras encontrara la imagen perfecta... pues la encontré, solo que dejaré ambas.

2 comentarios:

Martha Arango dijo...

Y que será de la vida de mi amiga???
tenias tiempo sin pasar por aquí, espero con ansias todos tus post y siempre recomiendo tu sitio calificándolo como "particular" dentro de lo excelente... la Compañía Metro de Caracas debería premiar tu blog por las múltiples alternativas económicas y productivas que les ofreces...
Besos amiga... regálame un café porfita.

Martha.

drila dijo...

Martha!!! gracias amiga!! podemos tomarnos ese café cuando quieras. Jajajaaa, si alguna vez el Metro quisiera darme un premio, yo pediría ser la jefe de todo por una semana, jajajajaa, eso haría realidad muchas de mis fantasías perversas pero efectivas!!! Te mando un beso!!!