miércoles, 7 de abril de 2010

Los fruteros de estas calles…

Venezuela es tierra de frutas exóticas, de metáforas de frutas, de eufemismos frutales. Estas calles son de los fruteros, de los de profesión, de los de oficio, de los poetas, de los piropeadores, de los árboles de mango en cualquier avenida.

Llegó abril y con él los camiones cargados de frutas que se venden, a punta de megáfono y robo de sueño tempranero, en las avenidas de las zonas populares. Abril y sus frutas reviven el imaginario eufemístico de estas mentes golosas y obsesivas por un par de cocos o de melones debajo de cualquier blusa; por las patillas al final de la espalda, por cualquier boca de guayaba dulce.

Cuando los árboles de las avenidas cobran venganza y nos devuelven el maltrato del smog en forma de millones de mangos que se descomponen en las aceras, algo mágico ocurre en la ciudad. Caracas se perfuma y se adorna de gemas amarillas y los caraqueños se contaminan de una sensualidad frutal que muchas veces llega a las fronteras de la escatología. De pronto las mujeres son mangos también y los hombres insisten en querer llegar hasta la semilla, aunque sea con palabras callejeras.

En abril todo huele a frutas…

En la imagen, los fruteros que están a la salida del Metro, muy cerca de mi casa.


De nuevo nos acompaña Oscar D’León, esta vez con el frutero, ¡disfrútenlo!