2013 tiene ganas de despedirse, ha pasado muy rápido y
nuevamente me encuentro fotografiando nuestros típicos cochinitos de Navidad. Ante
todos los acontecimientos de este año, que no han sido fáciles para los
venezolanos, algunas prácticas culturales nos dicen que, definitivamente, este
pueblo es resiliente 100% y que siempre hay espacios para reconciliarse con la
vida. Eso me enorgullece y si tengo que elegir para una vida futura, nacería de
nuevo en Caracas.
Hoy inauguro la galería de cochinitos del 2013 con la misma esperanza, alegría y optimismo que cada persona o grupo le imprimió al decorarlo. Como vivo en una comunidad muy activa en las lides del decorado cerdístico (la maravillosa Parroquia de Caricuao), no tengo que ir muy lejos de mi casa para revisar cada espacio comercial y conversar con los autores intelectuales y artistas consagrados, novatos y todo aquel que quiera participar del momento de la fotografía y de la anécdota (este año mi hijo Guillermo ha sido un extraordinario cazador de cochinitos) y disfrutar de la interacción con la gente, siempre tan amable y receptiva con este proyecto, que hace posible que hoy pueda publicar este post y estas fotos. Por supuesto que los cochinitos que no viven por estos lados también son bienvenidos, aquí no hay exclusión.
¡Feliz inicio de la Navidad! Disfruten de estas imágenes llenas de tradición, humor, arte popular y mucho cariño.
